Hacer deporte es de las actividades más importantes que puede hacer un ser humano durante absolutamente toda su vida; esto trae muchos beneficios, pero además de lo que se obtiene en el ámbito físico y psicológico, también se adquieren ciertos aprendizajes que sirven como lecciones de vida, sobre todo cuando se compite, aun así sea a nivel amateur.
Particularmente el hockey y los deportes en equipo abren la mente y hacen vivir situaciones difíciles en el campo que dan paso a la reflexión y que permiten tener una visión diferente de lo que es la existencia en general y la interacción con los demás miembros de la sociedad.
Perseverancia: Para poder triunfar o cuanto menos mejorar en cualquier disciplina hay que ser muy constante, repetir los ejercicios día tras día para mejorar la fuerza, velocidad o resistencia. Además, hay que entrenar las situaciones de juego recurrentemente hasta el punto en que se conviertan en rutina; esto desarrolla una perseverancia casi indomable en aquellos que sienten verdadera pasión por su deporte, algo indescriptible que los lleva a practicar todos los días, haya sol o nieve. Cuando un atleta sale de la pista al mundo exterior, tendrá una herramienta clave para el éxito de cualquier cosa que quiera emprender.
Trabajo en equipo: Un partido de cualquier deporte colectivo debe tener la participación activa de absolutamente todos los miembros de los equipos para poder conseguir la victoria. Esto significa que los compañeros deben trabajar codo con codo, ayudarse unos con otros, ser solidarios y no ser egoístas bajo ningún concepto: la fórmula perfecta para desarrollar el trabajo en equipo. Esto es algo tan importante para cualquier persona que desee ser un miembro ejemplar de la sociedad que se podría decir que es indispensable; debemos poder ayudarnos unos con otros y buscar el bien común.
Aprender a perder: En una gran cantidad de ocasiones cuando se practica una disciplina, la persona es cuestión se va a encontrar de frente con la derrota. Esto es algo lógico, pues es absolutamente imposible poder ganar todos los encuentros. El aprender a lidiar con esta sensación de fracaso es muy importante en el crecimiento de cada individuo, pues ayuda a sacar lo mejor de cada uno para evitar que se repita la debacle. Aunado a esto, el constante cuestionamiento y la búsqueda de mejorar las debilidades ayudan a forjar una gran personalidad para cualquier situación que se presente en la vida.
Superación constante: A la hora de comenzar a practicar alguna actividad obviamente no se van a tener habilidades avanzadas sobre el juego en sí, sino que la persona es totalmente “nueva” y debe trabajar con mucho esfuerzo para mejorar poco a poco; esa constante motivación en ser cada vez más y más bueno, en superarse a uno mismo para poder sentirse satisfecho, también forma parte de la superación fuera de la pista o del campo. En el mundo hay un montón de cosas que no sabemos y que son necesarias, por lo que requieren de ese esfuerzo para poder ser incluidas en nuestra vida y poder tener más posibilidades de ser exitoso.